Scarleth Ivette Romero, Coordinadora General del Frente Nacional de Juventudes en Resistencia (FNJR)
Eduardo Guerra
Rodrigo Sura
Redacción Diario Co Latino
Beligerante y sin miedo. Sin tapujos, así define a una de las estructuras base que constituyen el Frente Nacional de Resistencia Popular, la juventud, que tras el Golpe de Estado, sufrió una transformación radical al punto de convertirse en protagonista principal del proceso de reconstrucción recién iniciado en el vecino país. Dueña de una expresiva personalidad y de mirada profunda, Scarleth Romero, Coordinadora del Frente Nacional de Juventudes en Resistencia, toma su tiempo para contar, desde su peregrinar veinteañero, la historia reciente de su país. Defiende, inclaudicable, los motivos que mantienen a sus compañeros en resistencia y hace suya la esperanza de una Honduras mejor como nunca tuvo, para todos.
- Definitivamente, hay un punto de quiebre en la historia de Honduras, tras el golpe de Estado del 28 de Junio de 2009. ¿Cómo tocó este hecho representativo a la juventud hondureña? ¿Hay un antes y después tras el Golpe?
El 28 de Junio de 2009 es una fecha que jamás vamos a olvidar en Honduras. La vida política del país dio un giro. Antes de esa fecha, muchos cuestionaban el papel de la juventud que parecía ser que se mantenía en un profundo letargo motivado por un sistema, el capitalista, que la tenía aislada de la realidad. Pero a raíz del golpe de Estado, las juventudes en Honduras tuvimos ese despertar. No podíamos creer que un hecho así se diese en pleno Siglo 21 y, en ese sentido, comienza aquel deseo de la juventud de organizarse, motivado por la necesidad de involucrarse en un proceso de lucha ante un clima de represión e incertidumbre. Y, así, ahora es como las juventudes hondureñas tienen un papel protagónico dentro de estos dos años que llevamos en resistencia. En definitiva, hay un cambio.
- Dentro del trabajo al interior del Frente Nacional de Resistencia Popular, ¿cómo ha sido la experiencia al compartir desde la juventud con los diversos sectores sociales que le conforman?
Bastante interesante. Y digo interesante porque, desde el Frente Nacional de Juventudes en Resistencia, nos hemos percatado que, por primera vez en la historia en Honduras, tras el golpe de Estado, el movimiento de diversidad sexual trabaja de la mano con la Iglesia Católica, o el sector campesino con el universitario y, en otros casos, el sector magisterial con los sindicatos. Definitivamente, un movimiento tan heterogéneo que es el reflejo de todos los sectores que existen en Honduras, cada cual con su forma de pensar, todos con nuestras diferencias, pero unidos todos, al fin, en una sola causa, resistir, contra el enemigo que está fuera de nuestra estructura.
- Hablando un poco sobre la situación que actualmente vive Honduras y, específicamente, la que vive la juventud Hondureña tras el golpe, ¿se han acumulado los escenarios de represión hacia este representativo sector, producto de la lucha iniciada?
No hay respeto a los Derechos Humanos en Honduras. Existe constante represión, el sector magisterio se ha visto seriamente afectado.
La autonomía universitaria se ha violado una gran cantidad de veces este año, los policías y los militares entran a la universidad cuando les da la gana a reprimir al estudiantado. El sector de secundaria también, hace unas tres semanas la Policía detuvo a 60 menores de edad de un colegio público por el solo hecho de manifestarse. Todo este conjunto de situaciones nos mantienen en constante lucha tras el golpe. Se está vendiendo una imagen totalmente diferente de lo que es Honduras al mundo.
- Haciendo uso de tu realidad próxima, y en base a lo que señalabas, ¿qué hay detrás de esta imagen que se está vendiendo de Honduras a la región?
Pues está la verdad. No se ha cumplido en totalidad el pacto firmado en Cartagena con los presidentes Santos y Chávez. No se ha convocado a una Asamblea Nacional Constituyente, no hay garantías de seguridad total y no se le ha dado sobreseimiento definitivo al presidente Zelaya y a los miembros del gabinete de su gobierno, por lo que la justicia puede comenzarlos a perseguir en el momento que les dé la gana. Los dueños del país continúan vendiéndolo. Existen zonas militarizadas por el hombre más rico de Honduras, Miguel Facusse Barjón, hace poco se desarrolló en Honduras un evento al que vino, incluso, el hombre más poderoso del mundo, Carlos Slim, no sé si lo recuerdan “Honduras is open for bussiness”. ¿Qué fue lo que hicieron en ese encuentro? Hay 40 ríos concesionados, el agua ya no es nuestra, se han concesionado carreteras, también se habla de las famosas ciudades modelo, que ya fueron aprobadas por el congreso, y una de ellas abarcará zona garífuna y zona de la biosfera del río Plátano, que ha sido catalogada como patrimonio natural de la humanidad, que serán para extranjeros donde se habla que uno tendrá que solicitar visa para poder ingresar, que tendrá su propio sistema de estudios y hasta su propia moneda, un Estado dentro de otro Estado, mientras crece la brecha entre los que más tienen y los que no tienen nada.
- Con el retorno de Manuel Zelaya al país, ¿qué es lo que sigue? ¿Cuál es el trabajo que realizan actualmente?
Pues hay efervescencia increíble. Todas las organizaciones sociales, plataformas que conformamos el Frente Nacional de Resistencia, nos preparamos para la Asamblea Nacional del FNRP convocada para el 26 de junio del presente año. Todos tenemos que llevar nuestro posicionamiento en específico para definir lo que será del Frente de aquí para adelante. Se habla de crear un frente amplio, al estilo del Uruguay, o ingresar a la vida política como partido o bien dejarlo como está; pero, sin embargo, estamos en el proceso de discusión. Pero nuestra resistencia se mantiene.
- En tu lucha, en tu esencia combativa de joven mujer tras este proceso de resistencia, ¿cómo soñás a Honduras en un futuro cercano?
En primer lugar dejar de ser una sociedad patriarcal. Soñamos con un país democrático, incluyente, participativo. Un país con una democracia que se cree de las bases donde se logre la construcción real del poder popular. Un país donde podamos proteger la “Pacha Mama”, nuestros recursos naturales, que no se venda la soberanía de nuestro país. Que se empiece a acortar, aunque es proceso a largo plazo, esa brecha económica entre los poco muy ricos y los muchos muy pobres; y que el poder adquisitivo de la moneda en mi país sea mayor para que las personas que actualmente no tienen acceso a salud, educación, a justicia, la puedan tener.
Un país donde la juventud esté libre de vicios.
Un país donde todo se haga en base a la justicia, cuando existe justicia lo demás viene por añadidura. Ese es, en esencia, nuestro ideal, que esperamos ir logrando paso a paso.
- Definitivamente, hay un punto de quiebre en la historia de Honduras, tras el golpe de Estado del 28 de Junio de 2009. ¿Cómo tocó este hecho representativo a la juventud hondureña? ¿Hay un antes y después tras el Golpe?
El 28 de Junio de 2009 es una fecha que jamás vamos a olvidar en Honduras. La vida política del país dio un giro. Antes de esa fecha, muchos cuestionaban el papel de la juventud que parecía ser que se mantenía en un profundo letargo motivado por un sistema, el capitalista, que la tenía aislada de la realidad. Pero a raíz del golpe de Estado, las juventudes en Honduras tuvimos ese despertar. No podíamos creer que un hecho así se diese en pleno Siglo 21 y, en ese sentido, comienza aquel deseo de la juventud de organizarse, motivado por la necesidad de involucrarse en un proceso de lucha ante un clima de represión e incertidumbre. Y, así, ahora es como las juventudes hondureñas tienen un papel protagónico dentro de estos dos años que llevamos en resistencia. En definitiva, hay un cambio.
- Dentro del trabajo al interior del Frente Nacional de Resistencia Popular, ¿cómo ha sido la experiencia al compartir desde la juventud con los diversos sectores sociales que le conforman?
Bastante interesante. Y digo interesante porque, desde el Frente Nacional de Juventudes en Resistencia, nos hemos percatado que, por primera vez en la historia en Honduras, tras el golpe de Estado, el movimiento de diversidad sexual trabaja de la mano con la Iglesia Católica, o el sector campesino con el universitario y, en otros casos, el sector magisterial con los sindicatos. Definitivamente, un movimiento tan heterogéneo que es el reflejo de todos los sectores que existen en Honduras, cada cual con su forma de pensar, todos con nuestras diferencias, pero unidos todos, al fin, en una sola causa, resistir, contra el enemigo que está fuera de nuestra estructura.
- Hablando un poco sobre la situación que actualmente vive Honduras y, específicamente, la que vive la juventud Hondureña tras el golpe, ¿se han acumulado los escenarios de represión hacia este representativo sector, producto de la lucha iniciada?
No hay respeto a los Derechos Humanos en Honduras. Existe constante represión, el sector magisterio se ha visto seriamente afectado.
La autonomía universitaria se ha violado una gran cantidad de veces este año, los policías y los militares entran a la universidad cuando les da la gana a reprimir al estudiantado. El sector de secundaria también, hace unas tres semanas la Policía detuvo a 60 menores de edad de un colegio público por el solo hecho de manifestarse. Todo este conjunto de situaciones nos mantienen en constante lucha tras el golpe. Se está vendiendo una imagen totalmente diferente de lo que es Honduras al mundo.
- Haciendo uso de tu realidad próxima, y en base a lo que señalabas, ¿qué hay detrás de esta imagen que se está vendiendo de Honduras a la región?
Pues está la verdad. No se ha cumplido en totalidad el pacto firmado en Cartagena con los presidentes Santos y Chávez. No se ha convocado a una Asamblea Nacional Constituyente, no hay garantías de seguridad total y no se le ha dado sobreseimiento definitivo al presidente Zelaya y a los miembros del gabinete de su gobierno, por lo que la justicia puede comenzarlos a perseguir en el momento que les dé la gana. Los dueños del país continúan vendiéndolo. Existen zonas militarizadas por el hombre más rico de Honduras, Miguel Facusse Barjón, hace poco se desarrolló en Honduras un evento al que vino, incluso, el hombre más poderoso del mundo, Carlos Slim, no sé si lo recuerdan “Honduras is open for bussiness”. ¿Qué fue lo que hicieron en ese encuentro? Hay 40 ríos concesionados, el agua ya no es nuestra, se han concesionado carreteras, también se habla de las famosas ciudades modelo, que ya fueron aprobadas por el congreso, y una de ellas abarcará zona garífuna y zona de la biosfera del río Plátano, que ha sido catalogada como patrimonio natural de la humanidad, que serán para extranjeros donde se habla que uno tendrá que solicitar visa para poder ingresar, que tendrá su propio sistema de estudios y hasta su propia moneda, un Estado dentro de otro Estado, mientras crece la brecha entre los que más tienen y los que no tienen nada.
- Con el retorno de Manuel Zelaya al país, ¿qué es lo que sigue? ¿Cuál es el trabajo que realizan actualmente?
Pues hay efervescencia increíble. Todas las organizaciones sociales, plataformas que conformamos el Frente Nacional de Resistencia, nos preparamos para la Asamblea Nacional del FNRP convocada para el 26 de junio del presente año. Todos tenemos que llevar nuestro posicionamiento en específico para definir lo que será del Frente de aquí para adelante. Se habla de crear un frente amplio, al estilo del Uruguay, o ingresar a la vida política como partido o bien dejarlo como está; pero, sin embargo, estamos en el proceso de discusión. Pero nuestra resistencia se mantiene.
- En tu lucha, en tu esencia combativa de joven mujer tras este proceso de resistencia, ¿cómo soñás a Honduras en un futuro cercano?
En primer lugar dejar de ser una sociedad patriarcal. Soñamos con un país democrático, incluyente, participativo. Un país con una democracia que se cree de las bases donde se logre la construcción real del poder popular. Un país donde podamos proteger la “Pacha Mama”, nuestros recursos naturales, que no se venda la soberanía de nuestro país. Que se empiece a acortar, aunque es proceso a largo plazo, esa brecha económica entre los poco muy ricos y los muchos muy pobres; y que el poder adquisitivo de la moneda en mi país sea mayor para que las personas que actualmente no tienen acceso a salud, educación, a justicia, la puedan tener.
Un país donde la juventud esté libre de vicios.
Un país donde todo se haga en base a la justicia, cuando existe justicia lo demás viene por añadidura. Ese es, en esencia, nuestro ideal, que esperamos ir logrando paso a paso.